¡Aguas subterráneas!

Capítulo 1

¡Como aguas subterráneas!


Dios nunca te ha dejado…
Algunas veces él fue lluvia y rocío

Dios nunca te ha dejado
Algunas veces él fue manantial y riachuelo

Dios nunca te ha dejado
Algunas veces él fue río impetuoso y cascada

Dios nunca te ha dejado
A veces él fue mar y océano

Dios nunca te ha dejado,
A veces cuando no hubo rocío, ni lluvia,
No hubo manantial ni riachuelo,
No hubo río impetuoso ni cascada,
No hubo mar y océano.
 Él ha sido mi agua subterránea.

Orlando Ponce 

Aunque mis ojos no te vean, y mis manos no te palpen,
 Como aguas subterráneas, es tu Espíritu en mí.
Aunque el terreno sea infértil, y sequen mis semillas
Como aguas subterráneas, es tu Espíritu en mí.
Cuando abre la herida de mi alma
Cuando en soledad estoy
Como aguas subterráneas, es tu Espíritu en mí.
En lo oculto, en lo escondido,
Estas obrando, sanando, restaurando mi vida,
Como aguas subterráneas, es tu Espíritu en mí.
Pronto brotará el manantial de agua fresca,
Cuando encuentre la senda antigua
Encontraré pastos verdes y dulces frutos.

 Capítulo 2


¡Cuando el agua subterránea y la luz se encuentran brotan manantiales!

Allí debajo de la tierra, va una corriente de agua subterránea que busca incesante que trae piedras y minerales, deseando salir a la superficie y unirse a la luz del día.


La sanidad del alma  se manifiesta de muchas formas, y Dios actúa como el agua hidratante, y revitalizante con sus minerales, rejuveneciendo, restaurando, renovando, nutriendo, reconfortando; pero a veces el agua que sanará nuestras vidas, viene de distintas maneras.

Juan 4: 10- 15

Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.
La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?
¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?
Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;
mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.

Hay muchos métodos para obtener la sanidad externa e interna.

La mujer samaritana tenían varias necesidades, pero la principal que nos relata el texto bíblico es que ella quería agua.

No importa el método, ella necesitaba esa agua, y estaba acostumbrada a buscarla de cierta manera, sacaba agua de un pozo.

Todos tenemos nuestras costumbres, pero Jesús rompe cualquier costumbre, él quiere que tomemos del agua que saciará nuestras almas para siempre, él quiere que nosotros tomemos la medicina que sanará nuestras almas para siempre, y usted pudiera añadirle a esta lista todas esas necesidades que se le ocurran, porque él vino para dar vida y vida en abundancia.

Sanidad física: órganos, huesos, corazón, hígado, estómago, pulmones, tejidos y otros.
Métodos de sanación físicas: medicina general, ejercicios, dietas, estiramiento y flexión, reposo, operaciones, medicamentos.

Sanidad del espíritu: creencias, costumbres, convicciones, principios, comunión, valores y otros.
Métodos de sanación para el espíritu: comunión con Dios, obediencia a Dios, aceptar la voluntad de Dios, meditación.

Sanidad del alma: pensamientos, sentimientos, emociones, corazón, y otros.
Métodos de sanación para el alma: arrepentimiento, gratitud, ánimo, esperanza, amor, fe, optimismo, alegría, esfuerzo, dadivosidad, generosidad, solidaridad, entusiasmo, energía.

Nuestros sentidos están constantemente captando la sanidad exterior, por medio de:
La palabra sanadora, escrita, oída, hablada,
El sonido, la visión, el tacto, el olfato, el gusto.

Muchos estudiantes de la medicina han encontrado métodos satisfactorios para la sanidad, por medio de rayos

Radio cirugía precisa
Rayos X

Puede haber muchos métodos para sanar tu cuerpo, alma y espíritu.

Dios es luz, y no un simple rayo.

Jeremías 31: 35

 Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre

Génesis 1: 3-4
Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. 

1ra. de Juan
Capítulo 1: 1-10
Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida
(porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó);
lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.
Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.
Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.
Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
Limpieza del cuerpo, alma y espíritu.
No solo será Dios en nosotros corrientes subterráneas que limpian nuestro ser, sino que nos promete que de nosotros saldrá una fuente de agua que salta para vida eterna.

No desesperes si estás postrado en una cama, pronto se manifestará tu sanidad como manantial que rompe superficies.

Capítulo 3



Golpea tu roca y bebe agua de manantial



“Estoy hallando la senda antigua, estoy tomando del agua subterránea, encontré la fuente de luz divina, estoy parado en la brecha, estoy caminando hacia la bendición más grande de mi vida, se esta sanando todo mi ser, se derriban las murallas que ocultaban las riquezas, la abundancia y la prosperidad, porque estoy en el sendero apacible de Dios”

Cuando nuestra confesión va más allá de lo que podemos imaginar, el poder de la palabra ejecuta la acción del milagro a nuestro favor. Hemos salido de la escasez para entrar a la abundancia, salimos de la pobreza para entrar en la riqueza, salimos de la ignorancia para entrar en la sabiduría, pero esa puerta estrecha que separa y divide este mundo dual, se abre para aquellos que golpean la roca.

¿Cómo golpeas tu situación? ¿Cómo golpeas tu necesidad? ¿Cómo golpeas la roca?

¿Cómo golpeas tu impedimento?


El poder de la palabra cambia tus circunstancias.


Génesis 1: 1 y 2


En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía…


Si Dios ordenó y llenó la tierra, ¿Cuánto más no hará contigo?

La magnitud de Dios es incomprensible. Si un rayo neuro cirujano preciso destruye un tumor cerebral, ¿Cuánto más la fuente de luz?


Dependerá del sentido que ejercitas para atraer a ti el poder de Dios, y que elementos o materiales espirituales estás empleando en tu búsqueda.


Si ejercitas el sentido de la vista, toma en cuenta dónde estás, para que mires desde lo alto y tengas una mejor visibilidad, y si tienes un larga vistas se hará más fácil.


Esto quiere decir que el enfoque ocular hará que visualices la roca.


Una vez que has hallado la roca de tu bendición, la que te proveerá el manantial para sustentarte en el sendero, debes ir hacia ella, golpéala para que brote tu bendición.

Ejercitarás el sentido del tacto, para conocer la textura, y el sentido del olfato y del gusto para probar el agua mineral.


Esto es a un plano natural, pero el sendero apacible es Dios, un plano totalmente espiritual, donde se ejercitan los sentidos en otra dimensión mucho más amplia.


La revelación te dirá donde está tu roca, la palabra la golpeará, y tú andar degustará el favor del reino de Dios.


Cristo es la Roca, esta Roca fue golpeada por el mundo, y brotó agua y sangre.


Cristo es la roca que debes golpear. Esta roca se halla en la senda antigua, pero no la debes golpear de la misma manera,


Tus palabras (golpes) no son para abrir heridas, sino para sanarlas.


Proverbios


12:18 Hay quien habla sin tino como golpes de espada, pero la lengua de los sabios sana.

15:4 La lengua apacible es árbol de vida, mas la perversidad en ella quebranta el espíritu.


El volumen del agua subterráneas es sobredimensional y está presionando el subsuelo, déjala salir para que se liberen, golpea tu roca soluble.


¿Qué tienen en común todas las salidas de agua interna en el suelo?

Rocas, piedras,


Muévelas, golpéalas, ellas son las puertas por donde saldrá el manantial de sanidad.


Pero no estamos hablando de cosas naturales, sino de las espirituales.


Para que el agua rompa tu superficie y seas bendecido, debes ejercitar tus sentidos en función de eso, golpear, decretar, pronunciar esa palabra que sanará tu vida.


No hay enfermedad que se resista al poder de Dios, ni el cáncer, ni el sida, ni ninguna otra.

Dios es nuestra fuente de agua subterránea. 

Dios es nuestra fuente de luz.


Cuando estás dentro de la caverna tienes el agua pero te falta la luz, y cuando estas en la superficie tienes la luz y necesitas el agua de la caverna.


El manantial une estas dos cualidades de Dios, la luz y el agua.
 ¡No desesperes, si estás dentro, rompe tu superficie, si estás fuera golpea la roca!

Capítulo 4

¡Liberándo la energía sanadora de Dios!

 Hay una corriente de agua impetuosa que recorre incesante el subsuelo, buscando diligentemente romper la superficie para liberar el manantial de tu sanidad.

 No importa la situación por más difícil que sea, el poder de Dios es manifiesto en el preciso momento en que comienzas a beber de esas aguas.

El choque del agua con la luz irrumpe la tranquilidad del ambiente con el sonido vasto de un riachuelo en curso.

 Se desprende el vapor purificante de aguas cristalinas en todo tu ser.

 Se libera la fuerza renovadora del ambiente y sale a flote la esencia de nutrientes, reverdeciendo la vegetación.

 Así es la fuerza sanadora de Dios.
 Dios actúa como aguas silenciosas, ocultas, que no ves, y que muchas veces desconoces de su existencia, pero están siempre allí, reservadas para tu deleite.

 La energía sanadora de Dios, abre y traspasa las rocas, ella se libera a sí misma, buscándote ansiosamente, barriendo con todo lo que impide su paso.

 Este es el tiempo de liberar la energía del Dios todopoderoso e invisible, que no vemos, pero está allí, incesante, anhelando romper en tu vida maldiciones, enfermedades, y traer la prosperidad, la abundancia, la felicidad.

 Es reconfortante, escucha atentamente, y observa como Dios está actuando en tu vida.

 Por eso a partir de este día 01-07-2011 en adelante y a toda hora, declaro que estás aguas subterráneas saltan de tu interior como fuente de salvación sanadora en tu ser, y te renuevan, te limpian, te nutren, renuevan, restituyen, revitalizan, causando el manantial refrescante de tu alma. Solo si crees en el unico Dios, el creador del universo. El Todopoderoso, el que da el aliento de vida. A todo el que crea en esto le sea echo. 
                          
Amén